martes, 13 de septiembre de 2011

LOS TRES DESAFÍOS ACTUALES
DE AQUELLA EXPULSIÓN




 El reto que enfrentó el dramaturgo José Ramón Enríquez al escribir La expulsión fue inmenso y fue triple. Incluso si le sobraban personajes interesantes y hasta apasionantes para mostrar el caso de los jesuitas que fueron obligados por la fuerza a exiliarse de la Nueva España en 1767.
Desde muy osados misioneros hasta sabios excepcionales, pasando por consejeros y confesores de poderosos y de humildes. Muchos de ellos son ampliamente mencionados en esta obra, como el Padre Kino, explorador y misionero apasionado de la Baja California. Otros surgirán directamente en escena. Especialmente Francisco Javier Clavigero, mejor conocido ahora con la ortografía Clavijero, el primero en escribir orgullosamente cuatro décadas antes de la Independencia “nosotros los mexicanos” refiriéndose a todos los estratos sociales y orígenes del entonces todavía virreinato de la Nueva España. Autor en el exilio de una obra que demostraba al mundo la complejidad y riqueza cultural y geográfica del México ancestral, del México real y natural y por ahí del México posible. Nada más y nada menos que sabio apasionado, emprendedor cultural, polemista y al mismo tiempo visionario.
Pero José Ramón Enríquez eligió atinadamente como eje de este drama a un jesuita muy joven, testigo de todo y con edad suficiente para haber vivido un periplo común a los expulsos novohispanos. Desde su natal Zacatecas y su noviciado en el emblemático Colegio de San Francisco Javier en Tepotzotlán, su exilio doloroso en Italia, hasta su regreso a México más de medio siglo después, pasando entre otros muchos sitios emblemáticos por Rusia, donde una reina considerada herética desobedecería ostentosamente al papa y daría asilo y sobrevivencia a los brillantes expulsos. Un jesuita con juventud suficiente durante la expulsión para, en su vejez y de regreso, poder contarla a los nuevos novicios de la orden restaurada en 1814. Y de paso a nosotros.
Enríquez dispuso también de un ramillete interminable de situaciones de enorme dramatismo. Comenzando por la manera en que la orden de la Expulsión fue llevada a cabo, tal como la cuenta uno de sus testigos, Francisco Javier Alegre, con la llegada a diversas ciudades de la Nueva España de cartas del Rey, sigilosas y secretas, selladas con orden de abrirse todas a la misma hora en los diferentes lugares donde hubiera casas jesuíticas. Órdenes complementadas por un preciso manual de aplicación. Quienes las abrían tendrían que hacerse acompañar de guardias severamente armados y centinelas en todas partes para tomar por la fuerza, al despertar a todos los jesuitas del virreinato, apoderarse muy especialmente de sus escritos, aunque también de sus pertenencias, arrebatarles sotanas e instrumentos de sus oficios para permitirles sólo lo mínimo indispensable durante el desolado viaje hacia Europa que les esperaba. En el cual la inclemencia, penuría y trasiego eran algunas de las condiciones a las que se les reducía: “Ya se darán extremaunción unos a los otros”, afirma uno de sus célebres verdugos. Situaciones muy ricas en significados que incluyen tanto la paradójica obediencia muda de los expulsos a la orden del rey y del papa, como el enorme desconcierto y hasta la rebelión de muchos de sus feligreses y educandos a lo largo de toda la Nueva España. Francisco Javier Alegre registra la inconformidad, incluso llevada hasta el  llanto, de algunos de los ejecutores de la orden, actuando contra sí mismos para acatar y hacer acatar violentamente la voluntad real.
O aquella polémica de Clavijero con los sabios europeos que consideraban sin restricciones que los suelos americanos pudrían tenazmente el cuerpo y el espíritu, creando seres inferiores conocidos como indoamericanos. Pero cuyos gases putrefactos que pudrían también a los europeos que pasaban demasiado tiempo ahí. Una polémica comparable en todo a la famosa y más antigua Controversia de Valladolid donde se discutía dos siglos antes si los Indígenas tenían alma o eran como animales.
Pero aún pudiendo contar con personajes de tal calado y envergadura,  aún con tantas situaciones tan acuciantes que relatar, e incluso con las pinceladas certeras y precisas que caracterizan su obra teatral, el reto para el dramaturgo no hace sino acrecentarse.
Y eso se debe a que es muy difícil comprender y hacer comprender a los lectores y espectadores de este siglo el significado profundo del momento histórico que a grandes pinceladas necesariamente se describe en estas breves páginas a través de unos cuantos diálogos intensos y certeros.
         Qué terriblemente arduo explicar que los personajes centrales de este drama se encuentran atravesados, como por un rayo, por una tragedia histórica de dimensiones difícilmente imaginables en términos contemporáneos. Y que esta misma dificultad es parte de la tragedia. Una que los conmociona y al mismo tiempo trastorna a la vida hispanoamericana con consecuencias que hoy, aquí para nosotros, son enormes. Porque se trató de una amputación histórica que nos arrebató una posibilidad de civilización distinta. La expulsión no es sino uno de los momentos, uno especialmente álgido sin duda, de esa ruptura en la cual se definió el camino de nuestras sociedades hacia un modelo de modernidad muy limitado y limitante, derivado de los principios de la Reforma que a través del jansenismo impregnó incluso a la Iglesia Católica en Europa y del cual actualmente vivimos una de sus reencarnaciones. Puesta en escena con la máscara de la modernidad lidereada por la economía y la tecnología norteamericanas. Se manifiesta en nuestro entorno de múltiples maneras que van desde la organización de la vida cotidiana, el desprecio de las dimensiones profundamente culturales por su baja participación en la acumulación de la riqueza, hasta el gusto y el lugar que se le da a la dimensión estética de la vida. El odio generalizado hacia las formas de esa otra opción amputada que hizo destruir en la gran mayoría de las iglesias de México los retablos barrocos para substituirlos por inexpresivos enseres neoclásicos es una muestra de esa ruptura. No se trata simplemente de estilos artísticos preferidos por cada época sino de toda una opción de civilización que junto con el barroco se convirtió en odiada y desechable. El mismo término “barroco”, de significar riqueza de formas que conmueven nuestros sentidos y ayudan a llegar a dios por todos los medios sensibles adquirió un valor peyorativo y se convirtió en sinónimo de exceso. Como si de pronto fuera mal visto que las películas actuales usaran efectos especiales para conmovernos o se considerara excesivo que tuvieran sonido por considerarlo “demasiado sensorial”.
Así, habría que hacer notar que con la expulsión de los Jesuitas de la Nueva España se nos arrebataron de golpe también los conceptos y los términos, el marco mental para pensar y expresar con facilidad el significado de esa expulsión. Como aquella serpiente mítica de tres cabezas que se mordía la cola y al devorarse a sí misma se comió también las palabras que se estaban forjando para nombrarla. Y así se volvió doblemente invisible.
Una de las importancias de esta obra reside en esa condición. Vivimos como testigos, gracias a ella, una doble supresión: física y conceptual. Porque se trató de mucho más que un acto despótico entre otros. Fue un viraje profundo y una amputación de civilización.
De la misma manera, el dramaturgo se enfrentó a un segundo desafío, el de mostrar implícitamente que la importancia de estos jesuitas con respecto a la Independencia no es solamente la de ser precursores de ella cuarenta años antes. Sino la de pensar y proponer un país bajo un esquema de construcción de una entidad que reconociera su diversidad cultural y su riqueza histórica. Un esquema que no se basaba en la guerra sino en la necesidad de pensar y elaborar una sociedad más allá de ella y si fuera posible que no tuviera que ver con la guerra. Una construcción no violenta.
El país del mestizaje que propone Clavijero abre al pensamiento del futuro de México una distinción fundamental. Y al hacerlo se convertiría en héroe sin balas, en formulador del porvenir posible, no de la gloria ni la vergüenza de la batalla pasada sino del país deseable. Los héroes de la Independencia se quedan cortos y obtusos ante esta propuesta que parecía viable y se iba realizando en diferentes puntos del continente americano. Festejar a estos hombres expulsos por lo que proponían es festejar a quienes pensaron y comenzaron a realizar un país distinto, independiente.
Festejar a los héroes armados de la independencia es como festejar a los abogados de un divorcio que glorifica a la litigación, a la guerra sobre todas las cosas. En el futuro se nos reprochará no haber visto más allá de nuestra narices y festejar a esos violentos abogados en vez de a los verdaderos protagonistas de la historia. Los que pensaron y formularon otro país para todos los mexicanos. El dramaturgo tuvo así ese desafío mayúsculo de no dejar que sus personajes existieran tan sólo a la sombra de los violentos sino que brillaran por su propia luz propositiva, más grande que la luz de los cañones si se mira desde un ángulo distinto al de los lugares comunes sobre los cuales se ha escrito normalmente la historia de México. Y mucho de su presente. 
Así, el tercer desafío que aquella expulsión presentaba al dramaturgo y nos presenta es el de no dejar de poner atención a esa dimensión propositiva muy concreta del proyecto abortado para la construcción de nuestro presente, comprender las fórmulas precisas de desarrollo que en él eran explícitas e implícitas, y de cohesión social basada en la posibilidad de hablar tanto a la punta de la pirámide social como a la base mejorando sin cesar su condición. Un proyecto fundamentalmente integrador de sociedad concreta en el que el conocimiento del territorio y su naturaleza, la memoria desprejuiciada del pasado y la construcción de redes sociales era fundamental y representaba una buena parte de la actividad de los jesuitas mexicanos en el momento de su expulsión. Aquel proyecto interrumpido tenía entre sus ejes fundamentales y fundacionales de la nueva sociedad  un enorme y muy articulado proyecto de educación en todos los estratos sociales. Que era a la vez parte de un proyecto de integración de los mexicanos con otros países. Imaginemos que los mexicanos que trabajan ahora fuera del país lo hicieran haciéndose indispensables en los puestos de trabajo más altos de todas las actividades económicas y no como ahora en los más desfavorecidos. Que la educación de los mexicanos nos hiciera agentes activos de la movilidad económica  y social del mundo en vez de carne de cañón, mano de obra paupérrima de las manufacturas internacionales. Ya con décadas y siglos de distancia, ¿no se reprochará a los mexicanos de hoy haber ofrecido a sus ciudadanos como masa barata, manos y cuerpos degradados en las fábricas armadoras internacionales en vez de haberlos educado para ser agentes transformadores en el mundo? ¿Y por lo mismo haber creado urbes de descomposición social como Ciudad Juárez, donde la disolución de vínculos comunitarios tradicionales, esa vida degradada de los desplazados hacia la boca devoradora de "la maquila", degrade lógicamente el valor de la vida comunitaria y de la vida? La voracidad y sus espejos disuelven poco a poco la luz. Y luego se extrañan del surgimiento violento de la obscuridad.
 Falta descubrir y mostrar cómo y cuando lo contrario también es posible.
Señala con acierto Alfonso Alfaro, en la serie de profundas y sugerentes exploraciones del proyecto jesuítico bajo su dirección en Artes de México: “La descomposición de los vínculos sociales que se expresa a través de la creciente violencia que aqueja a este país no data, pues de la víspera ni es tampoco algo que pueda revertirse a breve plazo: la necesaria reconfiguración del orden social demandará tanto esfuerzo e imaginación como los que desplegaron los expulsos.” Enfatizando además que “no sucumbieron a la desesperanza y canalizaron su energía en forma productiva aún sabiendo que no verían el resultado de sus empeños.” (…) “Ahora pueden ser también ejemplo de entereza y de una actitud propositiva ante un presente sombrío y un futuro cuya construcción demanda tanta imaginación como firmeza y empeño.”

Tres desafíos que José Ramón Enríquez, con la maestría del oficio sortea exitosamente diciendo lo necesario de manera sugerente, como debe serlo el arte, dejando en las manos de la gente que mira y escucha la posibilidad de que en ellos resuene la materialización de la idea. Usando las palabras ya dichas y muchas veces escritas por estos personajes históricos para decir mucho más que ellas. 
Tres desafíos mayúsculos que laten y aletean en estas páginas, en estos diálogos, como se decía literariamente en la época barroca que los ángeles aleteaban entre los renglones de los libros sagrados alertándonos subrepticiamente por medio de los sentidos del llamado que se nos hace a escuchar, admirar, dudar, reflexionar, aprender y si tenemos la entereza de distinguir cómo y cuándo es pertinente, a actuar con certeza en nuestro entorno. 
Alberto Ruy-Sánchez


*Prólogo a la obra de teatro de José manuel Enríquez, La Expulsión, que publicará Ediciones El Milagro. 
** Las ilustraciones han sido tomadas de  Los jesuitas ante el despotismo ilustrado, número 92 de la revista-libro Artes de México. Que forma parte de una serie de varios volúmenes sobre el proyecto jesuita y su significado en la vida pública mexicana incluyendo educación, misiones, ciencia, arte y política. 

miércoles, 6 de abril de 2011

6 de abril: MARCHAS POR LA PAZ



PRIMERAS MARCHAS POR LA PAZ

con Javier Sicilia
Reuní aquí para difundirla, la información que me llegó dispersa por diversas fuentes porque no veía ningún sitio donde estuviera concentrada:

1.Aguascalientes, Aguascalientes.
Miércoles 6, 17 horas
Café La Mandrágora
Nieto, esq. Matamoros
Miércoles 6, 19 horas
Frente al teatro Morelos

2.Cancún, Quintana Roo
del Ceviche a la Plaza de la Reforma.
miércoles 6 de abril, 17 horas
Convoca: Fuenteovejuna

3.Chihuahua, Chihuahua
miércoles 6 de abril, 17 horas
Del Palacio de gobierno

4. Chilpancingo Guerrero
Miércoles 6 , 16.30 horas
Parque M de juárez.

5.Ciudad Juárez, Chihuahua
Miercoles 6 de Abril, 18:00 horas
Sub-Procuraduria del Estado,
Eje Vial Juan Gabriel y Aserraderos

6.Ciudad de México
Miércoles 6 , 17:00 horas
De la explanada de Bellas Artes al Zócalo


7.Ciudad Victoria, Tamaulipas
Miércoles 6 , 17:00 horas
En el 8 de Hidalgo.

8.Colima, Colima
Miércoles 6 a la 17:00 horas
Del Jardín Núñez al Jardín Libertad.

9.Cuernavaca, Morelos
Miércoles 6 a la 17:00 horas
De la glorieta de la Paz al Zócalo de Cuernavaca

10.Culiacán, Sinaloa
Miércoles 6 a la 18:00 horas
Frente a la catedral.

11.Ensenada, B.C.
Miércoles 6, 17 horas
Av. Reforma frente al IMSS,

12.Guadalajara, Jalisco
Miércoles 6 a las 18:00 horas
Concentración en el monumento a los Niños Héroes

13.Guanajuato, Guanajuato
Miércoles 6 a las 19:00 horas
Plaza de la Paz

14.Hermosillo, Sonora
Miércoles 6 a las 17:00 horas
Plaza E. Zubeldia a Palacio

15.La Paz, BC.
Miércoles 6 a las 18:00 horas
Quiosco del Malecón.

16.Manzanillo, Colima
19:00 horas
Jardín Municipal del Centro de Manzanillo “Benito Juárez”



17.Mazatlán, Sinaloa
Miércoles 6 a las 18:30 horas
Plazuela Machado

18.Mérida, Yucatán
Miércoles 6 a las 17:00 horas
Del remate de Av. Montejo a la Plaza Grande

19.Monterrey, Nuevo León
Miércoles 6 a las 17:00 horas
Explanada de los Héores

20.Oaxaca, Oax
Miércoles 6, 18 horas
Ex- Convento del Carmen Alto.

21.Pachuca, Hidalgo.
Miércoles 6, 17 horas
Plaza juárez

22.Pátzcuaro, Michoacán
Miércoles 6, 17 horas
de la la Plaza Gertrudis Bocanegra (plaza chica)
a la Plaza Vasco de Quiroga,

23.Puebla, Puebla
Miércoles 6 a la 17:00 horas
Plaza de la democracia y en el Zócalo

24.Puerto Vallarta, Jalisco
Miércoles 6 a la 17:00 horas
Parque Hidalgo

25.Querétaro, Querétaro
Hora: miércoles, 06 de abril de 2011 17:00.
Plaza de Arma

26
.Reynosa, Tamaulipas
Miércoles 6, 17:30 horas
La Trinchera, Av. Los Virreyes y Retorno 6
a Soriana Ribereña

27.Saltillo, Coahuila
Miércoles 6 a las 17:00 horas
Plaza de Armas Saltillo

28.San Luis Potosí, SLP
miércoles, 18 hrs
de la Caja del Agua a la Plaza de Armas

29.Tlaxcala, Tlaxcala
miércoles 6 de abril, 5 pm
Plaza Xicotencatl

30.Toluca, Edo de México
Miércoles 6, 17 horas
Plaza González Arratia

31.Torreón, Coahuila,
Miércoles 6 de abril, 17:00 horas
Fuente del Pensador de la Alameda

32.Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Miércoles 6, 17 horas
afuera del Centro Cultural Jaime Sabines

33.Veracruz, Veracruz
Miércoles 6 de abril, 17 horas
Desde la Facultad de Economía,

34.Villahermosa, Tabasco
Miércoles 6, 16.30 horas
Entrada principal Tomás Garrido
........................................................................
35. Barcelona, España
miércoles 6 de abril, 17 horas
Plaza Sant Jaume

36.Buenos Aires, Argentina
Miércoles 6 17:00
Arcos 1650, afuera de la Embajada de México  

37.Calgary, Canadá
Miércoles 6 16:00 horas
Consulado de México
833 4th Avenue SW

38. Copenhague, Dinamarca.
Miércoles 6, 18.00 horas
Instituro Cultural de México
Gammeel Vartov Vej 18 2900 Hellerup

39. El paso, Texas
Miércoles 6 15.30 horas
Consulado de México,
900 San Antonio Street

40.La Haya, Holanda
Miércoles 6, 17 horas
Embajada de México ante los Paises Bajos
Nassauplein 28, 2585 EC La Haya

41.Los Angeles, California
Miércoles 6, 10 horas
Consulado de México
2401 w. 6th Street.

42.Nueva York, NY
miércoles 6, 12:30 hrs
Consulado General de México en Nueva York
27 east 39th Street, New York, NY 10016 EUA

43. Madrid, España.
Miércoles 6, 17 horas
Embajada de México
Carrera de San Jerónimo 46

44. Ottawa, Canadá
Miércoles 6, 16 horas
Embajada de México
45, O'Connor Street
45.París, Francia
Miércoles 6 de abril, 20 horas
Plaza Trocadero
a escribir con tierra:
MEXIQUE: 35000 MORTS

46.San Antonio, Texas
Miércoles 6 de abril, 15.30 horas
Consulado de México
127 Navarro Street.

47.Santiago de Chile, Chile
Miércoles 6 de abril, 19 horas
Plaza Italia.

48. San Sebastián, España
Miércoles 6,20 horas
Palacio del Ayuntamiento
Ijentea 1

49. Toronto, Canadá
Miércoles 6 de abril, 16 horas
Consulado de México
199 bay Street

50. Vancouver, Canadá
Miércoles 6 de abril, 16 horas
Consulado de México
1177 West Hastings Street


 Y las que se sigan sumando...


martes, 15 de febrero de 2011

EL año de México en Francia.
PENSAR CON GATOS EN LA PANZA ES PENSAR POCO


Cancelar el año de México en Francia no es un acto de dignidad sino de flaqueza. Es un gesto de ofendido y humillado que tira golpes al aire y se lastima la mano. El pequeño presidente bravucón Sarkozy lanzó la provocación: "En cada acto cultural habrá un discurso dedicado a Cassez. Donde se cuestionará a México y su sistema de justicia". Y el gobierno mexicano, intimidado, le creyó que podría. Sarkozy está en su momento de más baja popularidad en Francia y en Europa. Tiene a todo mundo hasta el copete con sus desplantes de mal gobernante y justamente los jueces de Francia acaban de hacerle una inmensa manifestación en todo el país por querer manipularlos.  Y en los actos culturales, el discurso del político es lo menos importante, lo que todo mundo se salta y lo que NADIE escucha. ¿Qué importancia puede tener el discurso de un micropolítico sarkoziano en una inauguración ante una magna exposición internacional de Rufino Tamayo, por ejemplo, que duraría meses en el Petit Palais, uno de los principales recintos de arte de Europa, al que asisten cientos de miles de personas que hacen filas durante horas para lograr entrar? Hubiera sido la primera exposición retrospectiva de Rufino Tamayo en Francia y una de las más completas. ¿No sería mejor para México mostrar a Tamayo?
            No, para el gobierno mexicano, de nuevo mal aconsejado, es mejor y más fuerte su carta llorosa, digna y ofendida negándose a completar su compromiso con los 500 proyectos culturales que están en marcha. El ejemplo de Tamayo es uno. El año entero era una oportunidad para México y concretamente para el gobierno de Calderón de mostrar que este país es mucho más de lo que dice la prensa amarillista. El problema es que para los políticos de uno y otro gobierno no lo es. ¿Cuándo se darán cuenta nuestros gobernantes que lo mejor de México es su creatividad artística y cultural? Lo único en lo que México es de primer mundo. No en el futbol, ni en la economía, ni en la política y mucho menos en el tema de la justicia: último sótano de nuestros defectos. ¿Por qué entonces dejar que lo peor de México impida que lo único presumible sea valorado? En Francia me preguntan los amigos antiSarkozianos ¿Por que su gobierno no ama a su país? ¿No están orgullosos de lo que tienen? ¿No aman su trabajo verdad?
            El gobierno mexicano no se dio cuenta de que cuando Sarkozy se entrevistó con los padres de Cassez y les dijo que pediría su extradición "les estaba dando el avión", como se dice cuando un político dice que sí pero no dice cuándo. Ya antes había pedido su traslado y él ya sabía que no sirve para nada hacerlo. Decir además que cada acto estaría dedicado a ella era un gesto retórico imposible y sin importancia mayor. Los discursos de los políticos en un acto cultural es lo primero que se lleva el viento. Sin embargo, eso que era poca cosa en los hechos, gracias a la torpe decisión del gobierno mexicano una vez más se convirtió en noticia internacional y todos los medios le han dedicado más tiempo que a ninguna otra noticia, incluyendo lo que pasó ayer en Egipto. ¿México merece eso? De nuevo, apagando fueguitos con las manos se quemó la piel, multiplicó con ella la hoguera y quemó a México. ¿Cómo quieren mejorar la imagen del país cuando tiran por la borda cada oportunidad internacional que se les presenta? No es la primera. Es una lástima que a nuestro presidente nadie le enseñó de pequeño que a los niños bravucones, a los bullies, no se les controla a golpes desesperados sino con inteligencia certera que rebase su área de abuso.
            Cuando en el 2009 la feria del libro de Francia estuvo dedicada a México ya estaba vivo el tema de Cassez. Gracias a una política certera de Protrad, ese organismo que une a Relaciones Exteriores y a Conaculta bajo la batuta de Phillipe Ollé Laprune, director de la Casa Refugio, se publicaron más de cuarenta libros de mexicanos de golpe. Más o menos el mismo número de títulos de literatura mexicana que se había publicado allá en los últimos 30 años. Como resultado, todas las vitrinas de todas las librerías de Francia, y allá sí hay una en cada barrio, estaban dedicadas a México. Todas las revistas y periódicos dedicaron números especiales a la literatura mexicana. Mejor propaganda no era posible. ProMéxico, supuesto organismo promotor de México en el exterior, encabezado entonces por el actual Secretario de Comercio se negó a apoyar el proyecto financiado entonces por Conaculta con el argumento, cito textualmente: "Si fueran aguacates sí le pongo dinero, pero para promover libros no le entro." Algo que no mucha gente se enteró es que a cada uno de los escritores que fuimos nos entrevistaron sin cesar en radio y además de las preguntas literarias el tema de Cassez salía siempre a colación. Hasta donde yo vi cada uno, espontáneamente expresó sus dudas sobre la inocencia aunque para los franceses era un hecho. Y habló de los testimonios de las asociaciones de víctimas de secuestro, asociaciones no gubernamentales como la que con gran autoridad moral encabeza Alejandro Martí y que tiene razones para negarse a la extradición que pide Sarkozy.  No hay que ser gobiernista para conocer y mencionar la existencia de estas opiniones. Esto, espontáneo, mútiple y multiforme, es algo que ninguna campaña de publicidad gubernamental hubiera podido pagar ni planear ni controlar. Y algo muy similar multiplicado por diez hubiera pasado en los medios franceses con el año de México. El gobierno tiró a la basura una de sus mejores cartas. La de las voces espontáneas e informadas hablando de manera no oficial del caso. Y la de un inmenso despliegue de cultura mexicana inigualable a nivel internacional y que nunca más habrá oportunidad de mostrar así. Lástima que no son aguacates.
            En lo que toca al caso Cassez, ya se ha dicho: el hecho conocido y reconocido de que el proceso judicial se documentó mal y se escenificó después para las cámaras no produce automáticamente la inocencia de la Cassez del delito de cómplice de los secuestros. En otras legislaciones, y notablemente en la francesa, un error de procedimiento obliga a liberar al inculpado. No así en México donde, además, tres instancias de jueces la han vuelto a inculpar. Pero si eso no la hace inmediatamente inocente, de la misma manera no hace inocente al sistema judicial mexicano y su sistemática fabricación de culpables. Aquí hay dos juicios en curso, y el que nos muestra lo vicioso, enfermo y corrupto del sistema judicial mexicano es el caso de un inmenso culpable que no ha sido apresado y que sigue abusando de todos los mexicanos. El gobierno tendría que aceptarlo y actuar en consecuencia, no reformar sino revolucionar el sistema judicial en México, entre otras razones además de las de la justicia, para comenzar a ser verosímil ante sus gobernados y el público internacional.
            Víctimas de toda esta comedia de equívocos, bravuconadas, orgullos ofendidos y falta de respeto a cada país por sus propios gobernantes y los de enfrente no son la cultura o los artistas sino la gente que ama apasionadamente descubrir otras civilizaciones. Las personas que encuentran en las artes de diversos países una dimensión del sentido de sus vidas y que iban a descubrir que México es mucho, pero mucho más que la nota roja de la sección policiaca que monopoliza la atención actualmente. No podrán descubrirlo porque hay quienes piensan que toda esa gente iba sobre todo a escuchar a los políticos inaugurar muestras de arte.  A final de cuentas, la víctima principal es México en todas sus dimensiones. Incluyendo a la larga sus aguacates. Cancelar el año de México en Francia fue una muy mala decisión tomada con muchos gatos en la panza, sin lectura y escasa reflexión, malos consejos y muy poca música de fondo.